domingo, 10 de febrero de 2013

QUÉ DEBERÍA SER LA SOCIEDAD DE SOCORRO PARA CADA HERMANA

Como miembros SUD, las hermanas somos muy bendecidas por tener la Sociedad de Socorro en nuestras vidas. Para nosotras, pertenecer a la Sociedad de Socorro es, o debería ser un verdadero regalo.

La Hna. Bonnie Parkin, ex Pta. Gral. De la Sociedad de Socorro dijo: “El sentimiento de que pertenecemos a la Sociedad de Socorro empieza el domingo al escuchar las voces de unas y otras. El pertenecer, es que se nos necesite, que se nos ame, y se nos eche de menos cuando estemos lejos. Pertenecer es necesitar, amar y extrañar a quienes estén lejos. Ésa es la diferencia que existe entre el asistir y el pertenecer. La Sociedad de Socorro no sólo es una clase dominical, es un don divino para nosotras, las mujeres. Sí, la Sociedad de Socorro puede ser más divertida, más alegre, más unida. Nuestras cargas pueden ser aligeradas y aliviadas. La Sociedad de Socorro no es perfecta porque ninguna de nosotras lo es, pero podemos perfeccionarla juntas a medida que avanzamos. La Sociedad de Socorro contribuye a que las hermanas sientan que se las necesita, se las incluye, se las valora y se las ama, sin tener en cuenta sus circunstancias personales. Las hermanas de la Sociedad de Socorro se apoyan las unas a las otras cuando comparten su fe, su amistad y su amor.”

Por esto, las presidencias de esta organización deberían esmerarse en todo lo posible para que TODAS las hermanas se sientan queridas y necesitadas, sintiéndose parte del grupo, sin hacer acepción de personas. Y todas las hermanas deberían velar las unas por las otras en verdadera hermandad para que todas puedan sentir que verdaderamente pertenecen a la Sociedad de Socorro, al rebaño del Señor.

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